top of page
Buscar
  • ...

LAS ARMAS DE LA GUERRA ESPIRITUAL

Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos. Mateo 6:1

Imaginemos la siguiente escena, dos hombres a punto de enfrentarse en un combate; el primero, es grande, fuerte, musculoso; y el segundo, es pequeño, débil, flaco, escuálido.


¿Quién creen que va a ganar esa pelea? Obviamente el más fuerte.


En la vida espiritual es igual. Tenemos dos hombres dentro de nosotros: el carnal y el espiritual; y a la hora de una batalla, va a ganar el más fuerte, el que alimentemos más, el que ejercitemos más.


En Mateo 6, encontramos tres EJERCICIOS ESPIRITUALES, que fortalecen nuestro espíritu y nos hacen fuertes frente a la guerra espiritual.


Efesios 6:12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.

Estas tres prácticas constituyen la obra del justo, son EJERCICIOS ESPIRITUALES, es decir, acciones frecuentes que fortalecen nuestra vida espiritual, y nos permiten crecer saludables. Como disciplinas que son, no se supone que nos agrade, no se espera que nos guste mucho.


– DAR (Mateo 6:2 Cuando, pues, des limosna...) Si das esperando recibir no obtendrás galardones. Dios siempre observa lo que hacemos y debes comprender la diferencia entre diezmar u ofrendar y dar limosna. El diezmo es de Dios, y cuando damos, lo hacemos de lo nuestro y no de lo que a Él le pertenece.


– ORAR (Mateo 6:5 Y cuando ores, no seas como los hipócritas...) Cuando ORAMOS, nos relacionamos con Dios. Orar nos coloca en la perspectiva correcta.


– AYUNAR (Mateo 6:16 Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas...) Al hacerlo, nos relacionamos con nosotros mismos. Nos conocemos tal cual somos. Descubrimos cuáles son nuestros apetitos, y el nivel de control que tenemos sobre ellos, o que ellos tienen sobre nosotros.


Dios habló de dar, orar y ayunar en un solo mensaje porque son tres llaves que tienen el poder de traer recompensas a nuestra vida, haciendo éstas sin satisfacer nuestra necesidad de recono-cimiento. Al ejercitarnos en estas áreas traemos solidez y estabilidad a nuestra vida espiritual. Pero como en el ejercicio físico, para que haya resulta-dos, se debe hacer con constancia y disciplina.


¿Cómo practicas estas disciplinas? ¿Lo haces de la manera y por las razones correctas? Comienza hoy a hacer de ello una práctica frecuente, de modo que estés fuerte para el día de la pelea. Hoy puede ser ese día de ayuno y oración. Encuentra un tiempo para orar, una persona, iglesia o causa a la cual dar, y una comida o placer del cual ayunar. Y hazlo por amor a Dios.


Por: Janice Perez

83 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page